La Era de la Luz para tod@s

Muchos estamos ya familiarizados con este lenguaje de la luz y de la Conciencia. Pero la mayoría, es cierto, que pueden sentir el impulso de leer esto y dada su situación actual puede que no comprendan lo aquí escrito. Es injusto, que sólo tengamos acceso a la información unos cuantos por la forma del lenguaje que usamos, este lenguaje de la conciencia es fruto de los caminos por los que nos movemos. Que ese camino nos excluya de la comunicación es algo a cuestionar. También es cierto que hay palabras que se nos escapan y conceptos que difícilmente puedo ubicar, pero queridos, la Luz es para tod@s sin discriminación alguna, sino puedo compartir algo, ¿qué sentido tiene entonces? Así es que voy a explicar lo que significa “La Era de la Luz para Tod@s” de forma que cualquiera pueda entenderlo.

Empezaré con un cuento:

Érase una vez una semillita que calló en la Tierra. En ella creció y creció hasta convertirse en un joven árbol flexible y fuerte. Estaba feliz y contento, tenía todo cuanto necesitaba. Un buen día, algo en la Tierra ocurrió, empezó a faltarle alimento, agua, el viento lo azotaba y cada vez tenía que flexionarse más y quedar cerca del suelo para poder resistir la tempestad. Cuanto más cerca del suelo quedaba más le costaba erguirse de nuevo. Cuando llovía ocurría tan intensamente que el agua rápida y veloz pasaba por la tierra sin que apenas le diera tiempo a absorber. El árbol que simplemente hacía aquello para lo que estaba preparado se sumió en un proceso de duelo. Se preguntaba por qué él se veía en aquella situación, por qué él que antes había habitado en un dulce hogar ahora se encontraba luchando por mantenerse erguido. Intentaba hacer como hacía cuando todo estaba en calma. Pero no consiguió nada, salvo derrochar las pocas energías que le quedaban.

Durante este tiempo, el árbol pudo cuestionarse muchas cosas, tal vez fuera problema de lo que era, tal vez tenía que comportarse como un arbusto, o tal vez como la flor, o tal vez como el gato que se afilaba las uñas en su tronco… Después de esto tampoco encontró tranquilidad, no encontraba la forma de estar a gusto consigo mismo ni en la tierra en la que estaba enraizado. Con el tiempo se acostumbró a vivir entre los azotes, las faltas de agua, los días en que todo estaba bien y los días en que todo estaba mal. Se acostumbró tanto que dejó de buscar y de cuestionarse lo que hacía, lo que no hacía, dónde estaba, si podría estar mejor consigo mismo en el entorno en el que vivía… Se acostumbró, sin más.

Un buen día, la Tierra empezó a sacudirse, a moverse, se abría, escupía fuego, llovía ceniza. El árbol se reveló ante esta situación e intentó escapar pero descubrió que no podía, no era capaz de sacar sus raíces de la tierra, cuanto más lo intentaba más le dolía. Entonces se rindió, se rindió y lloró. Le espetaba a la Tierra que lo había sostenido de joven: ¿qué quieres de mí? ¿por qué me haces esto? ¿es necesario todo esto? Para su sorpresa la Tierra le contestó: Sólo tienes que Ser un árbol. A lo que el árbol con gran asombro exclamó: ¿¡Ser un árbol!? ¿Y qué es Ser un árbol?

Llegados a este punto del relato, tomo el símil y os digo: Sólo tienes que Ser Luz. ¿Luz? ¿Y qué es Ser Luz?

Eres Luz cuando sabes lo que está ocurriendo dentro de ti. Eres Luz cuando aprendes cada día de tu experiencia de vida. Eres Luz cuando enfocas tu atención en lo que ocurre en tu interior en lugar de lo que ocurre en tu exterior. Eres Luz cuando aprendes que lo bueno está dentro, no fuera. Eres Luz cuando aceptas lo que hay dentro de ti. Eres Luz cuando te responsabilizas de lo que ocurre en tu interior. Eres Luz cuando decides aprender de todo lo que no te gusta de ti mismo. ¿Y sabes cuándo es cuando más experimentas la Luz que Eres? En los momentos que puedes ver algo de ti mismo que antes no veías, es decir, ahora te has dado cuenta de algo que antes no tenías ni la más remota idea de que estaba ocurriendo en ti. Es el momento en que se nos ponen los ojos como platos y nos sentimos satisfechos por ese “darnos cuenta”. ¡Pero atentos! Hay algo muy importante para aprender aquí. ¿Qué es Ser? Cuando digo “Soy Luz” no estoy hablando de una identidad en la que basarme (no es quien soy) si no en un ESTADO en el que me encuentro a cada momento. Por eso cuando escribo “Soy Luz” me refiero a un estado en el que estás experimentando el saber cosas de ti mismo, dicho de otra forma es UN ESTADO DE CONSCIENCIA EN EL QUE PUEDO SER YO MISMO.

En este mundo físico, que palpamos, para saber que somos Luz necesitamos experimentar lo contrario. Prestad atención en lo siguiente: cuando estamos a gusto internamente, ¿queremos salirnos de ahí? Con la alegría, el disfrute, el contento, la tranquilidad, el amor, la confianza… Cuando estamos en estos estados, ¿queremos cambiar? Sin embargo, me quiero mover, me quiero escapar de los estados negativos. Estos estados son los que me inducen al cambio (la transformación).

El mundo físico en el que habitamos siempre, siempre, siempre, siempre, se está transformando y por consecuencia todo lo que habita en él. Nosotros estamos habitando en la Tierra, y nos transformamos junto a ella. ¿Qué quiere decir que ahora entramos en la Era de la Luz? Que todos y cada uno de nosotros nos vamos a volver conscientes de nuestra propia transformación. Vamos a estar viendo cómo nos transformamos, cómo se transforma nuestra vida, cada vez en mayor grado, cada vez con mayor intensidad. Cuando haya algo que necesite ser transformado y que yo no quiera que ocurra, la vida me ayudará a soltar de la forma más idónea para mí. Es como si la Tierra nos estuviera diciendo: Sólo tienes que Ser Luz, sólo tienes que Estar Consciente de lo que ocurre dentro de ti.

Esta es una parte, luego hay otra, en la que necesito meterme dentro de mí y prepararme para la transformación. En dicha transformación suelto todo lo que creía que yo era, lo que creía de los demás, me abro a lo que la vida me enseña y aprendo a actuar en consecuencia con lo que siento. ¿Y ya está? Sí, si soy consecuente con lo que siento, lo demás se me va dando, pues la vida no me exige que vaya por los caminos tortuosos, esto es algo que ya no sirve y nos dificulta, ahora es momento de ir por los CAMINOS EN LOS QUE ME SIENTO BIEN CONMIGO MISMO. Ya está, si siento que ahora es momento de alejarme de ciertas personas, soy consecuente con ello. Si siento que ahora ya mi ocupación laboral ha dejado de aportarme como persona, soy consecuente con ello. ¡Queridos! Toca Sentir, seas del sexo que seas, no aceptar que sentimos es como querer permanecer sordos cuando tenemos oídos para oír.

¡Lo vais a hacer muy bien! Ya lo estáis haciendo, cuando estéis preparados os irá viniendo la ayuda que necesitéis en forma de palabras, de personas, de imágenes, de música… ¡Y algo que ya se me olvidaba mencionar! ¡CANTAD! Cantad con todas vuestras ganas, no importa que lo hagáis o no como se supone que está bien hacerlo… ¡Cantad! Y para aquel que se anime, ¡que baile también!

No os preocupéis por los momentos en que os podáis equivocar de paso o de camino, siempre es por algo, siempre hay un motivo para cada paso que doy lo sepa o no, lo vea como error o como acierto.

Deseo con todo mi corazón que os abráis a la Era de la Luz en la que por fin podéis ver todo lo que había dentro de vosotros para aprender y experimentar lo que es Ser vosotros Mismos.

Gracias, con muchísimo Amor.

florecita