Yo Soy Médium

A día de hoy, sé que el Amor es la entrada y salida al planeta Tierra. No importa quién lo diga o desde qué punto se exprese, porque independientemente de las circunstancias, esto ocurre así. La dificultad está en definir el Amor y se puede, claro que se puede; es más, yo diría que se debe. Por eso voy a comenzar a hablar de todo lo que forma parte del Amor, de la Gratitud. Es aquello que me ha dado fuerza y ánimos para continuar aún cuando las cosas han estado muy crudas y muy duras.

Una vez alguien me dijo: no me gustaría ser tú. Esta persona no se refería a mis capacidades de forma directa, sino a mi situación personal que sí que estaba ligada a mis capacidades. En este caso, hablo de ser médium y de las circunstancias que he tenido durante estos treinta y tres años. ¿Cuál ha sido la situación circular que ha sostenido esas circunstancias a las cuales mi interlocutor se refería? Podría relatar muy detalladamente estas circunstancias pero voy a pararme en x puntos solo.
Dependiendo de cada uno el alcance y rango de actuación de las capacidades sutiles está más desarrollado o menos. En mi caso tengo una mediumnidad muy aguda, muy amplia y muy desarrollada. Además la puedo sostener desde el cuerpo físico con naturalidad, sin necesidad de ayuda o acompañamiento de otros compañeros y lo que es súper importante en una mediumnidad sana: SIN CEDER NI PERMITIR POSESIONES DE MI CUERPO Y/O EN ÉL. La mediumnidad en sí tiene varias fases de actuación y a veces hay sucesos que se pueden confundir con casos de mediumnidad que en el fondo no lo son. En este sentido he copiado lo que se llama en laboratorio falso positivo y a estos casos les llamo falso médium. Sin parame mucho más en esto ahora, cualquiera puede tener un falso médium y te puede ocurrir de constante, en situaciones de peso en tu vida o haberte sucedido esporádicamente.
Como iba diciendo, en mi caso la mediumnidad está muy abierta, instalada desde mi bondad, es digamos, mi patrocinadora. Es aquel aspecto de sabiduría de la existencia humana que he conquistado. Conquista en la cual he invertido y he sostenido en distintos cuerpos físicos al menos, durante estos últimos 500 años de tiempo. Por mencionar algo de lo que puedo experimentar: no sólo puedo entablar conversaciones variadas con gente que nadie ve en ese momento aunque estemos todos en el mismo espacio, sino que además te permite relacionarte con todo tipo de personas y entidades. Ahora que lo escribo me río, pero llegó un momento en que se tornó imposible. Si hay algo que he visto con claridad gracias a esta percepción mía es que la gente tiene cara para todo si se lo propone, le echa morro y abusa como te dejes, hasta el infinito y más allá. Que no es que yo no esté abierta a hablar sobre estos temas, pero que ASÍ NO, leñe. El respeto tiene que estar y de forma real, porque es la única garantía que tengo de que no está habiendo abuso de por medio. Además de esto, por comerme el rechazo ajeno por ser médium he llegado al agotamiento extremo.
Menciono la Gratitud porque puede ser un acto, un sentimiento, un pensamiento, una actitud, una perspectiva, un movimiento, etc., de reconocimiento a aquello que existe más allá de los sentidos o en ellos mismos. Es una cuestión de ser y de existir y de que eso siempre esté en armonía, haya más movimiento y más quietud o menos. La Gratitud entiende el protagonismo y no adolece de su presencia o su ausencia, porque al final es una forma de reconocimiento de uno en sí mismo. Por eso en mi caso me agradezco todo el tiempo y recursos interiores invertidos en la mediumnidad. Porque independientemente de los demás, esto me mantiene a salvo, protegida y con vida.
¿Qué tiene que ver con mi aventura de vida? TODO. ¿Recuerdas el primer episodio donde cuento que decidí escribir mi primer libro? Pues fue por una comunicación esporádica que percibí desde mi mediumnidad con una preciosa planta que todavía me acompaña. Ella me lo sugirió y me lo anunció.