Puntapiés en el Corazón- Aliento 5- Te Regalo un Aliento©

Aliento 5

Puntapiés en el Corazón.

Sé de buena tinta que aunque muchos de nosotros estamos habituados a la superficialidad o a lo relativo al mundo externo de la vida —los sentidos físicos— y las relaciones, tenemos y guardamos, un mundo interior que nos define y nos hace causa. Normalmente no solemos compartir este mundo interior. Conviene no confundir el compartir este mundo interior con compartir sentimientos, que aunque puede parecer que se mezclan, cada cosa va por un sitio. Esto ocurre principalmente por dos motivos: a pesar de ser este mundo interior lo que estructura todo nuestro mundo externo no somos conscientes de él, por un lado; por otro, uno de los elementos que le dan soporte a este mundo interno como si de muebles de una estancia se tratase, son las emociones y los sentimientos. Existe también, otro soporte muy importante y que suele pasar desapercibido para muchos porque es, forma parte indisociable de uno mismo, el corazón.

El corazón  es nuestro trono, ese sillón que nos es propio y que nos mantiene con vida, no solo física por actuar de motor, sino también trascendente. El corazón nos da el asiento necesario para ser nosotros mismos. Sin este soporte no podemos ser capaces de producir momentos en el mundo interior que nos permitan alimentarnos de lo que es accesible para nosotros a través de esta vía. Es como decir, que el corazón puede ser fuente de nuestra propia nutrición y potencial, que puede formar parte de la nutrición ajena si lo aplicamos con coherencia y de forma sana. También puedo añadir, que el corazón es el que genera el movimiento necesario para continuar siendo uno mismo, a pesar de lo demás. Este hecho o consecuencia es lo que muchos han llamado brillo o la chispa del alma. Es muy sencillo en realidad: eres tú siendo tú a momento presente.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando alguien más fuerte que tú te hace daño, se aprovecha o abusa de ti? ¿Qué pasa cuando eso que tú eres no tiene espacio o parece generar miedo a tu alrededor? ¿Cómo nos quedamos después de una situación prolongada de maltrato, sometimiento o abuso? A pesar de que nos hayamos podido quedar por ejemplo, en una depresión, a pesar de que hayamos tomado la mano a uno de nuestros miedos para protegernos, a pesar de que hayamos descubierto el suicidio o el odio como una forma de salir de ello, más un largo etc.; hay algo que ocurre en nosotros: el corazón no ha dejado de existir ni de latir. Es más, es en estos momentos cuando parece querer sobrevivir más que nunca a lo que está experimentando. Nuestro corazón lucha, hace acopio de constancia y sigue adelante. Incluso pueden aparecer las personas idóneas para ayudarnos, no porque vayan a salvarnos, sino porque la presencia de esas personas en estos momentos, se puedan prolongar más o menos en el tiempo, nos permitirán tomar el impulso para lo que sabemos que es necesario hacer con nosotros mismos.

Receta 5

Puede que en algún momento hayas vivido un puntapié en el corazón o varios de ellos. Estos puntapiés tienen la característica de ser violentos porque son realizados de esa forma. No es necesario que haya existido una violencia física durante el trayecto, puede haber sido suficiente con unas palabras, con cierto tipo de afirmaciones o aprobaciones hacia tu persona; las cuales te ponen en un entredicho muy dañino porque cuestionan: quién eres desde esa parte de ti que son definitorias. En resumen: tu corazón no es ni un balón de fútbol ni un balón de playa.

Práctica: intenta recordar tus puntapiés en el corazón y define en qué tipo de situaciones han ocurrido. Atiende además a la situación que estaba dándose y de quién provenía: ¿estabas expresándote? ¿Manifestabas un deseo? ¿Estabas escuchando? ¿Habías tomado alguna decisión?, Etc.