Desde dónde partimos- Aliento 1- Te Regalo un Aliento©

Aliento 1

Desde dónde partimos.

Escribo este manual en la ciudad que fue un referente en mi adolescencia y que ya en la juventud, se convirtió en una cárcel de vida. Cárcel, porque a pesar de tenerlo todo cerca y accesible, me quitaba todo lo que para mí era importante: mi libertad y mi esperanza de vida en la que vivir independiente de los demás. Con todo y con eso, en esta ciudad también perdí mi dignidad llegando a vivir lo que sé que han sido los peores años de mi vida. He podido confirmar este tiempo, que no somos conscientes del daño que podemos hacerlos los unos a los otros por no sé qué justificaciones —que no corresponden en la mayoría de los casos con las personas que tenemos delante— que enmascaran en realidad un interés personal implacable.

Crecí junto a la persona que hasta ahora ha sido la más importante de mi vida: mi abuela. No solo nos entregó su tiempo cuando más la necesitábamos sino que nunca me dejó caer en todo el intervalo de vida que compartimos juntas. Después de su enfermedad, todo cambió. Empecé a tomar una perspectiva de las personas cercanas distinta, como si de repente pudiera sentir cosas que estaban ahí antes pero que gracias a la presencia de mi abuela, pasaban desapercibidas. Hoy día sé que la relación que tenía con ella, no la volveré a tener con nadie. Mi abuela me daba muchas cosas de valor que para según quién, hasta incluso pueden pasar desapercibidas e incluso, llegar a molestar en algunos casos. Entre ellas me daba un espacio adecuado en el que poder ser yo, sentirme segura y salvo de los insultos y rechazos que no entendía por parte de los compañeros de clase. De pequeña, el tamaño de mi barriga y alguna que otra cosa que ahora alcanzo ver, parecían ser motivos suficientes para pasar la mayor parte del tiempo sola. Había días que lo sobrellevaba mejor, pero otros… Menos mal que estaba Araceli de forma permanente y constante, riéndose de mi mal genio o de mi cara de enfadada. Ella me daba la normalidad de la que luego he carecido todo los años que han continuado a su ausencia. Durante mucho tiempo incluso consideré que para mí, mi abuela había muerto el día que enfermó, porque al manifestar su demencia senil y volverse como una niña pequeña, dejó de estar tal y como yo la había conocido. El cambio fue tan rápido y repentino que no supe digerirlo y comenzó mi bulimia.

 

 

Receta 1

Todos necesitamos algún tipo de apoyo para salir adelante y sobrellevar las distintas épocas de nuestra vida, aunque éstas sean o hayan podido ser duras. Ese apoyo puede ser una persona que ha estado ahí, una circunstancia —por ejemplo, una época de seguridad económica—, un sueño que queremos conseguir o incluso, un objeto apreciado por nosotros tal como un libro o una bufanda.

Práctica: hoy dedícate a recordar con ternura y cariño a ser posible, algún momento de tu pasado en el que hayas tenido algún tipo de apoyo de los especificados anteriormente. Si puede ser, hazlo también respecto a tu presente actual: ¿dónde tienes el apoyo en este momento?