EL NÚCLEO DE UNO MISMO

En este blog vengo compartiendo distintos temas en función del momento presente en el que me encuentro. Cada situación tiene su aquel y le corresponde un tiempo determinado para pararnos a escuchar y aprender antes de continuar avanzando o actuando. En este pequeño artículo quiero subrayar la importancia de la ESCUCHA para saber varias cosas, pero entre las más importantes encontramos: quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde necesitamos o queremos dirigirnos.

Por lo que he observado en mí misma y en los que considero que son como yo (estamos más o menos con los mismos problemas y preocupaciones, asuntos parecidos a resolver, anhelos similares…) puedo contemplar que eso que tenemos en común es lo que nos hace agruparnos entre nosotros y arroparnos o perjudicarnos, o ambas a la vez. Esta es la existencia común, es decir, es la forma en la que vivimos la masa de este planeta: tenemos nuestros problemas y los vamos solventando en apariencia como podemos pero en realidad, por más que hacemos (o creemos que hacemos) no salimos nunca de la situación raíz o del bucle que parece ser eterno e incansable. Incluso, podemos sentir que “hemos tocado techo” y que ya estamos de manos de nuestra suerte (o dios o papá Pitufo, según mis creencias). Si observamos con detenimiento a otras personas que están en mejores situaciones que nosotros (tal vez encarnan eso en lo que nos gustaría convertirnos) nos damos cuenta de que eso que son ellos, nosotros ni lo olemos (tal vez en otra eternidad, pero en esta parece lejano el que uno pueda ser algún día de esa forma). Hasta te preguntas: «Pero bueno, ¿qué son ellos para poder sostener la vida de esa forma?». Y ahí el universo se abre en un sinfín de respuestas pero básicamente se puede reducir en una: «lo que ellos son lo son de verdad». Para ampliar esta respuesta voy a compartir una parte de mi propia experiencia personal:

Mi objetivo personal en esta vida es ser todo lo independiente que pueda. Por supuesto, me tengo puesto el tope en el tema económico, es decir, de momento voy tirando de aquí y de allá pero veo que no termino de solucionar este asunto. En su momento vi que por mi desarrollo evolutivo iba a ir siendo más independiente en función de que pudiera ir sosteniéndome a mí misma. Una de mis dificultades las encuentro en lo que me supone a nivel energético trabajar en ciertas estructuras. El caso es que una de las mejores opciones que he encontrado un poco por no haber tenido otras vías abiertas, otro poco por fuerce y otro poco por quererlo, es el llevar a cabo una labor en un núcleo independiente creado por mí misma y para mí misma, para darme la oportunidad que necesito.
Voy realizando movimientos y tomando decisiones, sanando, soltando y haciendo espacio para otras cosas… Voy avanzando hasta que me topo con los topes o los límites de mí misma. Entonces me replanteo ciertas cosas y me hago ciertas preguntas como la de «¿qué son ellos para poder sostener la vida de esa forma –de forma amorosa, de forma abundante, de forma responsable, de forma libre, etc.?». Menuda sorpresa cuando veo que estas personas en las que me fijo, ¡son eso! Ellos son así, a nivel interno y en cada célula de su cuerpo. Su propia energía, es eso. No hay más. Ellos, son capaces de sostener esas situaciones, han pasado por esas dificultades y en algún momento las resolvieron. Me quedé atónita cuando continué observando y escuchando y llegué a lo que he llamado: el núcleo de mí misma. Esto es una cuestión de energía y de capacidad, de dificultad y de problemática resuelta. Me eché la mano a la frente cuando vi el trabajo que me queda por hacer en mí. Y es que, lo que no cambiamos en la esencia de uno, no cambia. Ni ser superior ni leches, si yo en esencia no cambio, evolutivamente estoy igual, por tanto, aquí en el cuerpo físico o en mis andanzas en el cuerpo energético, estoy agarrada al mismo sitio y con la misma gente que sigue enganchada a la misma rueda.

Bien, la propuesta de trabajo interno de este artículo es esta: PARAR A ESCUCHAR DÓNDE ESTAMOS EXACTAMENTE. Entonces la pregunta es, ¿dónde estamos? Y para saber la respuesta simplemente he de observar. Observo mis actos, observo mis vacíos, observo desde dónde hago las cosas, observo qué ideales subyacen bajo cada decisión, observo qué intenciones tengo, observo cuál es el motor que me mueve, observo mis expectativas, etc. Esto de observarse a uno mismo, no lo podrá hacer nadie en nuestro lugar. Porque ver dónde estamos y ESCUCHAR es uno de los ejes principales para reconocer EL NÚCLEO DE NOSOTROS MISMOS.
Por último, darte las gracias y decirte que estoy preparando otra propuesta de trabajo diario online a través del sueño. La he llamado “Sueños Conscientes” y puedes informarte en este vídeo y en este enlace. ¿Quieres participar? Escríbeme entonces a laescueladelaflordelis@gmail.com y nos ponemos a ello.
Con Amor, Fani.